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Ojos que no ven...

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Ojos que no ven… es el punto intermedio entre presencia y ausencia. Es decir, la latencia de la imagen. Esta condición permite un estado de expectativa en el que se sugiere lo que hay dentro de un rollo sin revelar. Aquí convergen ilusión y deseo, pues lo que contiene es un embrión o feto a la espera de las condiciones perfectas para nacer.

Esta búsqueda surge del comportamiento contemporáneo frente al paisaje, el cual no se puede experimentar sin la mediación del vínculo entre ojo biológico y ojo digital, facilitado por el celular. Este acercamiento superficial al paisaje ocurre desde la mirada del turista, quien encuentra todo domesticado para su consumo y se limita a capturar lo que le resulta atractivo. Dicha actitud responde al concepto de "fotografío y hago existir", que mencionan teóricos como Joan Fontcuberta.

Sentimos la necesidad de capturar y tener evidencia de cada espacio al que accedemos; de otro modo, estos lugares parecerían no existir. Así, se normaliza el vínculo dispositivo-digital frente a la cara, en un comportamiento que constituye una suerte de ceguera funcional. El producto de esta relación humano-máquina produce instantes capturados que luego son olvidados inmediatamente y, en muchos casos, nunca son revisados.

Aunque ya no se revela como en la fotografía analógica, ese estado de latencia permanece en la fotografía digital. En la contemporaneidad, los archivos fotográficos se abren y cierran continuamente; mientras una imagen permanece cerrada, se mantiene latente.

Por ello, exploro la paradoja del "fotógrafo ciego". Si bien toda mirada es, en cierta medida, limitada por la naturaleza de nuestros ojos, la hipersaturación de imágenes acentúa esta ceguera. Como afirma Serge Daney: "hemos quedado ciegos ante la hipervisibilidad del mundo". Ahora enfrentamos esta ceguera por saturación más que nunca; esta paradoja de “ver todo y a la vez nada” se intensifica: ahora vemos más con los ojos cerrados que abiertos. Al renunciar a la visión, nos distanciamos de la inmediatez del mundo, conectamos con nuestro entorno y nos convertimos en un "cuerpo sin órganos" del pensamiento de Deleuze.

Esta condición de existencia en la no existencia se acerca al mito de la caja de Pandora. Las fotografías contenidas guardan una verdad vinculada a lo vernáculo. Posiblemente, las imágenes en latencia aparezcan desenfocadas, movidas o mal encuadradas, lo cual refleja nuestra visión vacilante del paisaje. Es aquí donde se evidencia cómo la verdad es parte de la esperanza de que la máquina sienta por nosotros.

Duración: 2 minutos 22 segundos

Técnica: Vídeo Acción

Año: 2022 (regrabado 2024)

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