Entre las sombras de mi deseo se yergue un anhelo tan intenso que podría jurar que late en mí más que mi propio corazón. Como una mariposa que danza en los confines de mi ser, la necesidad de volver a poseer lo que ahora es inalcanzable se convierte en un susurro constante en mis pensamientos más oscuros.

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Al que fue mi hogar lo quiero con la voracidad de quien busca el último aliento en un océano de silencio. Pero, oh, cómo resuena en mi mente la contradicción de abrazar intensamente hasta desgarrar la esencia misma del recuerdo de las paredes que alguna vez tuve. Como si la intensidad de mi anhelo pudiera comprimirse entre mis dedos hasta convertir en polvo mis recuerdos, dispersándolos en el viento como una ilusión efímera.